Sobre la manera de acercarse a las personas y sus problemas

Existen varias propuestas terapéuticas en la psicología, cada una de ellas con una manera particular de acercarse a las personas y sus dificultades. De la misma manera, cada psicólogo impregnará también un estilo y aproximación a su práctica.

Una conversación atenta, desde un punto de vista desprejuiciado y una gran sensibilidad sobre lo que implica ser humanos, es lo que encontrarán quienes visiten el consultorio. El propósito es que las personas se sientan en un ambiente y en una relación confidente que les permita hablar con tranquilidad y abiertamente de sus preocupaciones, para así encontrar soluciones o alternativas a aquello que no sienten bien en sus vidas.

A medida que la vida, las dificultades y las historias son contadas, de ellas se desprenden nuevas ideas para entender el presente y la manera de sentir actual. El solo hecho de hablar genera movimientos, pues para ello hay que organizar las ideas, decir incluso cosas que nunca se habían dicho, o decirlas de otro modo. Este proceso, el de hablar de sí mismo implica un esfuerzo y dedicación que de por sí ya es terapéutico. Por otro lado, quien escucha, puede oír estas historias desde un punto de vista diferente, sugerir nuevas maneras de interpretarlas o, señalar aspectos importantes que la persona, quien consulta, pudo haber pasado por alto incluso durante años.

A menudo, las personas que llegan a consulta sienten que solo existe una manera de ver aquello que les sucede. Encontrar otras opciones, miradas y posibilidades que permitan un sentir diferente es la orientación principal de la terapia. Así pues, asistir a consulta puede proporcionar nuevos entendimientos que permitan afrontar de otra manera la vida y las dificultades que esta trae.

En esencia, la materia principal de las consultas serán las historias que cada quien traiga consigo; examinarlas, contarlas y volverlas a contar será el camino a seguir.