Asuntos generales como la necesidad o el deseo de consultar sobre algo que inquieta, cuestiona o incomoda sobre sí mismo puede también ser una buena razón para consultar. Entre muchas otras, estas son algunas de las dificultades que pueden ser abordadas:
Inseguridad
Es usual que las personas padezcan de cierta inseguridad en algún momento. Viviendo en sociedad y estando frecuentemente en relación con otros, el miedo a la crítica y al juicio de los demás es uno de los temores más comunes. A veces esta inseguridad puede llegar a extremos generando dificultades para una vivencia tranquila y placentera de la sexualidad, aislamiento, soledad, dificultades para encontrar pareja o mantener relaciones estables, inconvenientes con la alimentación o con la imagen corporal. La inseguridad puede llevar también a tener dificultades en el trabajo, el estudio y la familia, así como también dificultar el desempeño y el desarrollo personal en general. Puede influir negativamente en la capacidad para llevar a cabo ideas o salir adelante con los propósitos personales.
Ansiedad
Cuando es difícil parar o controlar algo en sí mismo, algo que tiende a repetirse generando intranquilidad, miedo, angustia y a veces desesperación, y que a su vez puede llevar a realizar hábitos en exceso, como fumar, consumir alcohol o comer, podría sugerirse un problema de ansiedad. Estos estados pueden ser tan fuertes como para llevar a las personas a hacerse daño mediante impulsos repetitivos como dañarse la piel o apretar los dientes al dormir. También la ansiedad puede estar asociada a la falta o incapacidad para dormir bien, desesperación, irritabilidad, falta de concentración, mal humor y aislamiento.
Dificultades de pareja
Los lazos y dinámicas que se tejen dentro de una relación son tan fuertes y fundamentales que pueden ser motivo de gran felicidad, así como también de dolor y frustración. Nuestras relaciones sentimentales pueden pasar a veces por muchos etapas conflictivas donde a veces se hace necesaria ayuda externa. Semejante cercanía puede exponer tanto lo mejor como lo peor de cada quien y, en el caso negativo, generar confusión y desolación. Afortunadamente cada experiencia es una oportunidad para develar aquellas cosas que producen temor y estas a su vez muestran puntos importantes donde vendría bien hacer algo por sí mismos; el amor y las relaciones sentimentales son magníficos para mostrar las propias debilidades.
Problemas familiares
La familia es la base de la sociedad y el fundamento principal de la educación. Es un núcleo poderoso donde se puede fomentar bienestar y hábitos importantes que preparan y fortalecen a las personas para la vida; pero también, puede ser el eje central de dificultades y sufrimiento. En el interior de las familias pueden gestarse dinámicas conflictivas que entorpecen el desempeño y desarrollo personal. Su influencia negativa puede abarcar un amplio espectro de la vida, desde el trabajo, el estudio, hasta la vida sentimental y social.
Dificultad para llevar a cabo propósitos personales
Muchas personas parecen tener claro aquello que quieren o les gustaría hacer con sus vidas. Sin embargo, no logran encauzar sus actividades en pro de ello, les es difícil trabajar o hacer lo que saben que deben hacer. Así, pueden pasar muchos años encerrados en una especie de pasividad que les impide participar activamente en la construcción y realización de sus deseos. Algunas personas manifiestan sentirse bien así, pero otras, no se sienten bien y viven con el peso de aquello que pudieron hacer pero no han logrado realizar.
¿Qué hacer en la vida? La pregunta por la vocación
Para unos esta pregunta está resuelta, para otros, especialmente personas jóvenes, esta pregunta puede ir profundo y generar bastantes estragos. Frente a las diversas alternativas que ofrece el mundo globalizado, a veces el deseo y las ganas, abrumadas por tantas posibilidades, se pierden en la incapacidad de hacer lo que se quiere o se debe. Las demandas familiares y sociales pueden convertirse en ideas tormentosas que bloquean los caminos para encontrar la vocación adecuada. ¿Qué hago?, ¿Qué quiero?, ¿Qué me gusta? parecen preguntas infinitas, pero pueden tener solución.